viernes, 6 de diciembre de 2013

Adiós 46664. Adiós a Nelson Mandela.

Hoy ha muerto un ídolo. Un mito. Un icono. El presidente de Sudáfrica ha confirmado la muerte del Nobel de la Paz a los 95 años. Hoy hemos perdido un padre de la libertad. Nelson Mandela.

Un hombre encarcelado durante 27 años que se convirtió en presidente de un país destrozado, dentro de un continente dividido, y dentro de un mundo partido en dos pedazos (América y Rusia). Él decidió cambiar las reglas del juego. Hacerlo a su manera. Y se inventó un imposible y fascinante experimento lleno de imperfecciones llamado Sudáfrica.

Y ¿Que relación tiene la brillante política de Mandela con el mundo de la cultura y el show businnes?
El mensaje de Mandela llegaba a todas partes con sus llamadas de paz. Encontró la unión perfecta entre cultura y política social.

Uno de los festivales más grandes del mundo de la música, tenía lugar en Sudáfrica, como llamada paz alrededor de su número de preso: 46664. Número que recogió con talento un genio llamado Brian May. Y alrededor del simple sonido de 5 números, marcados en un teléfono de la época, compuso un himno de la ayuda, una llamada de socorro.



Pero fuero muchas las manifestaciones culturales alrededor de la figura de mandela. Una escultura en honor a Nelson Mandela, consistente en 50 placas de acero entre 6,5 y 9 metros cada una, anclada en el suelo de hormigón, cortadas con láser e insertadas en el paisaje, representando el 50º aniversario de la captura y puesta en prisión de Nelson Mandela, el 6 de agosto de 1962.


La estatua se ha erigido en Howick, un pueblecito a 90 kilómetros al sur de la ciudad de Durban, en la zona rural del este de África meridional. Está en el terreno donde quedaba la prisión, sobre el área donde estuvo su celda por 27 largos años.
 
Marco Cianfanelli es el escultor. Nació en Johannesburgo en 1970 y se graduó, con una distinción en Bellas Artes, de la Universidad de Witwatersrand en 1992. Ha tenido siete exposiciones individuales y ha ganado numerosos premios, incluyendo el l ' Atelier de ABSA y compañerismo de Ampersand.

Lo impresionante de la escultura es que el cálculo de observación: la imagen de Nelson Mandela solo puede verse a una distancia concreta y con la perspectiva determinada.

Cianfanelli dice que su obra representa el impulso adquirido en la lucha a través de lo simbólico de la captura de mandela. Las 50 columnas representan los 50 años desde su captura. Sugiere la idea de hacer conjuntamente muchas cosas. La solidaridad. La ironía del encarcelamiento de Mandela, un acto político que consolidó su estatus como un icono de la lucha.

Adiós Madíba. Buen viaje Tata. Descanse en paz.